Llegó diciembre, el final del año 2008 y ante la proximidad de las fiestas es común que las personas reflexionemos un poco acerca del año conducido. Es decir, que estas fechas nos llenan de sentimiento tan profundo y nos sirven para hacer un balance, una mirada hacia atrás que nos haga ver, si somos sinceros con nosotros mismos, como ha sido nuestro desempeño, ya sea político, social, económico, personal, familiar, laboral o de cualquier otro aspecto que involucra a nuestra persona.
Este año, aparte de reflexionar sobre mi propio accionar, me permití observar y pensar un poco acerca de mi ciudad, de mi querida María Grande y si bien pude ver cosas, positivas me di cuenta también de cuántas contradicciones hay “en el decir y el hacer” de las personas, y digo esto sobre todo por el proceder de quienes tienen a cargo el gobierno de la ciudad, “un gobierno para todos” ; ¿para todos?... lo dudo, no existe en María Grande la participación de la gente, en ningún aspecto, ni se permite ni se fomenta la participación. Ni siquiera tenemos una comisión de cultura.
Vivimos bajo los caprichos de un gobernante que habla de humildad en todos sus discursos, pero no lo pone en práctica. Repudia la dictadura, pero procede como tal vigilando y sancionando a sus empleados por cualquier insignificancia, pero sosteniendo “con humildad”, que ha puesto cámaras para seguridad de los mismos. Doblemente contradictorio su proceder, puesto que junto con las casas de barrio entregó material bibliográfico y libros, entre otros, el nunca más que relata el horror de la época del proceso y se olvida, que en épocas pasadas los libros no eran importantes y terminaron en una fogata.
Un gobernante que no valora la patria, no ve la necesidad de inculcar en los jóvenes el sentimiento patriótico con el ejemplo, puesto que no realizó ningún acto oficial en el año 2008.
Un gobernante que no valora la vida, ni le importa en dolor ajeno, puesto que jamás se acercó a apoyar a la familia o aportó ideas para ayudar a esclarecer el oscuro episodio en que perdió la vida un joven de nuestra ciudad aun sabiendo que de alguna manera es su responsabilidad el accionar de las autoridades especiales.
Un gobernante que gastó en el trascurso del año $947.000 en obras públicas y nuestros ancianos caminan por la calle por que no hay veredas, pero ocupó $1.013.000 en acción social, es decir, el equivalente $4003 diarios si contamos que 2008 tuvo 253 días hábiles, pero que mientras hablaba de transparencias de su campaña, hoy no rinde cuentas de ese gasto en forma discriminada porque no puede explicar como en un pueblo que según sus propias palabras esta en constante crecimiento y donde no hay prácticamente desocupación haya tanta demanda en ese rubro o a que programa responden esos gastos, y, cabe aclarar que no estoy en contra de que se ayude a la gente, pero talvez la mejor manera sea ocupando bien los recursos, que le han sobrado, para generar mano de obra y ofrecer fuente de trabajo que dignifiquen al hombre.
Un gobernante que dice preocuparse por su pueblo pero no dice la verdad cuanto al problema del agua que enfermó y sigue enfermando a personas de todas edades, aún, cuando análisis hechos por profesionales respaldan lo que estoy diciendo.
Un gobernante que dice interesarse por los jóvenes pero no les deja un lugar para recrearse o festejar el día de los estudiantes; y me pregunto: ¿para que el anfiteatro?...
Un gobernante que se jacta de haber construido una terminal de ómnibus con un costo de algo más de $2.000.000 pero no dice que en estos 5 años de gestión a manejado $40.000.000...
Un gobernante que gasta en iluminar palmeras mientras a nivel nacional se trata de concientizar sobre la necesidad de reducir el consumo de energía y se hace ver lo contaminante de la luz artificial para las plantas.
Prueba de ello son los árboles que se secaron al lado del reloj y que tenían reflectores debajo.
Un gobernante que gasta en imprimir centenares de invitaciones para cualquier acto político pero poco parece importarle la construcción imperiosa de una bicisenda sobre la calle Arturo Ilia, aprobada por unanimidad en el año 2005 y donde han perdido la vida 5 maríagrandense y oteros tantos se han accidentado.
Un gobernante que es suficientemente astuto para rodearse de gente que solo dicen: “si, señor” sin medir consecuencias ni analizar lo que es conveniente, positivo o justo para el pueblo.
Un gobernante que no apoya ni al campo ni a los comerciantes ni a quienes prestan un servicio y que son en definitiva quienes le aportan los recursos económicos; ni a los jóvenes ni a nadie por que su proceder solo responde a “quedar bien con los demás arriba, a su crecimiento particular y político. Será que suena con los superpoderes? Ya los tiene no por que el pueblo se los haya dado sino por que con su “humildad” los pone en práctica constantemente.
Como ciudadano maríagrandense siento mucha pena por mi pueblo aunque nuestro gobernante con toda humildad e hipocresía diga que el balance del año ha sido positivo.
Cabe aclarar, que no respondo a ningún partido político, ni me interesa pero en estas épocas de bonanzas, pienso debieron manejarse mejor los recursos y ejercer la democracia propiamente dicha.
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